viernes, 20 de septiembre de 2024

Pedrería: un pobre intento de tutorial

 Si ya tienes contigo el aplicador de piedras y las piedras correctas ¿Qué sigue? ¡Inspirarte!

Primero, hay que encontrar una victima, puede ser una blusa básica que no tenga ningún estampado o logo, unos pants o un top de un color básico que literalmente te está pidiendo a gritos que la personalices, después, hay que pensar dual seria el lugar indicado para poner un detalle, si en el centro, a la izquierda o derecha, atrás o adelante y de que tamaño. 

Al comprar las piedras de fantasía, se pueden elegir de cualquier tamaño forma y color, yo siempre recomiendo empezar por comprar un paquete de color blanco y plata de diferentes tamaños ya que esos colores son los más fáciles de combinar, pero esto es al gusto de cada quien, hay piedras de color rojo, roza, amarillo y hasta negro, solo hay que tener un cuenta el tamaño que estamos eligiendo y confirmar si nuestro aplicador de piedras tiene una punta para ese tamaño. 

Al elegir la prenda, recomiendo que la tela sea de algodón o mezclilla y no escoger una prenda que este hecha de un material demasiado delgado y evitar poner pedrería sobre un logo ya que no se pegará bien y arruinará el estampado. 

Si escogiste una blusa, la decoración puede ir el centro del pecho o en un lado, si escogiste un pantalón, puede ser en los bolsillos traseros, en un lateral o en la parte de abajo y si elegiste un suéter o algún tipo de chaqueta, puede ser en el lado del corazón o hacer un gran logo en la espalda.


Ahora, tenemos una vaga idea de donde queremos poner nuestra imagen y de que tamaño, sigue buscar la foto de referencia, yo siempre uso Pinterest para esto, pero no necesariamente las fotos de pedrería, puede ser un logo, una frase o un dibujo animado como la cara de garfield o hello kitty, el cielo es el limite. 

Si no sabes dibujar, puedes imprimir la imagen y calcarla sobre la tela, si no puedes, agarra un plumón lavable, una tiza o un carboncillo y traza lo mejor que puedas la imagen, incluso, puedes colocar piedra por piedra sin usar una referencia, no hay reglas. 

Antes de empezar a pegar, siempre recomiendo poner debajo de la tela un pedazo de papel para evitar que las piedras se peguen con la parte trasera de la prenda. Ahora, pegar piedra por piedra y tener que contar una y otra vez los segundos necesarios para que se pueda pegar, puede ser un poco aburrido y hasta fastidioso, pero el resultado siempre va a ser muy satisfactorio, hay que tener siempre cuidado con el calor y evitar mover la prenda para que las piedras que no hayan sido pegadas se muevan de lugar.

Y al terminar, yo siempre paso mi ropa por la lavadora, un truco que aprendí para evitar que la pedrería se desprenda al momento de meterla al lavar, es tener que voltear la ropa y dejar la parte de adentro fuera. 

sábado, 14 de septiembre de 2024

Pedrería, un arte de la personalización olvidada

Siempre he sido una persona creativa, me gusta reflejar mis gustos en mi ropa y en mis pertenencias, una de las formas en que lo hago es bordando mis blusas y suéteres o cosiéndoles parches, pero hace dos años, encontré una forma de personalización un poco más rápida y más a mi estilo. 

La pedrería. 

Con una pistola de calor rosa y un paquete de piedras blancas, decoré y personalicé blusas, tops y pantalones por igual. 

Existen contras, claro esta, como tener que trabajar con el calor por muchas horas, tener que ser super cuidadosa al colocar cada piedra y rezar por que ninguna piedra se haya desprendido cuando meto mi ropa a la lavadora, pero es que simplemente el resultado final es demasiado lindo como para ignorarlo. 

Puedo tomar una simple blusa y llenarla de personalidad, ponerle la frase que quiero o la imagen que quiero, no necesito esperar a que la ropa que deseo usar aparezca mágicamente en una tienda convencional cuando ahora simplemente la puedo crear yo misma. 

Es un pasatiempo divertido que permite desenvolver mi creatividad de la mejor manera. Ahora, cuando compro ropa, también tomo en cuenta aquellas prendas simples que antes no hubiera comprado porque sé que existe una forma de hacerlas mucho más interesantes. 

Personalmente, disfruto mucho de hacer corazones y frases en ingles, he hecho algunas cruces, estrellas y a hello kitty, pero las primeras dos son mis favoritas, los corazones me resultan mucho más fáciles de hacer que las estrellas y al hacer frases en ingles puede poner cualquier cosa porque nadie sabrá lo que significa jejeje. 

Mi recomendación es comprar una pistola de calor y un paquete grande de prefería y empezar a pegarlo en cualquier superficie de hecha de tela. No sé porque nosotros como sociedad dejamos atrás la pedrería, es un medio igual de genial que la serigrafia o el bordado. 


 

Si sale mal, crecerá

He notado que existen dos tipos de personas en este mundo, aquellas que temen intentar algo nuevo, y aquellas que hacen un cambio de look completo en su baño a las 3 de la mañana. 

Personalmente, creo que todos deberíamos ser como el segundo tipo de personas. No deberíamos tener miedo a intentar cosas nuevas y pensar que será el fin del mundo si el resultado final no nos gusta. 

Por ejemplo, yo amo las cejas delgada, considero que son hermosas y desde que aprendí a sostener un perfilador he estado intentando depilármelas y hacerlas lo más delgadas posibles, solo que a veces se me ocurre hacerlo a la una de la mañana y los resultados no son exactamente buenos, pero aprendí a no preocuparme por eso, si por accidente depile de más o no logré hacer que se vean parejas, puedo solucionarlo con un lápiz de ceja y continuar con mi vida tranquilamente hasta que me vuelva a crecer la ceja para volver a intentarlo. 

Tener esta mentalidad me ha abierto muchas puertas, ahora no temo si las cosas salen mal porque sé que muchas veces el mismo tiempo es la solución, claro, no es tan rápido e instantáneo como maquillarse mal o elegir mal un outfit, pero las cejas, el cabello y las uñas siguen siendo errores corregibles. 

No hay que apegarnos a tener siempre el pelo largo y virgen, esta bien cortarlo, rizarlo, alaciarlo y pintarlo, incluso raparlo, somos como lienzos en blanco que esperan ser pintados para lucir nuestras personalidades. No hay de que temer sobre lo que la gente podría opinar, la vida es más divertida si intentamos cosas nuevas. 

Las plataformas son los mejores zapatos del mundo

 Un esencial y un básico al momento de querer vestirse como una mcbling son un buen par de plataformas, ya sean negras o blancas. 

Compre mi primer par a los quince años, recuerdo sentirme hermosa porque me ayudaban a lucir mis piernas y podía combinarlas con lo que quisiera...hasta que la pitbull de mi hermana mayor las rompió completamente y ella nunca jamás de las repuso. 

Dejando el resentimiento detrás, creo que las plataformas son simplemente hermosas, pueden ser un accesorio simple con un color solido o pueden ser llamativas si son de un color chillón, tienen pedrería pegada o algún estampado. Hay donde elegir. 

Actualmente solo tengo cuatro pares de plataformas, dos negras y dos rosas, pero espero poder ampliar mucho más mi colección ya que son los zapatos que más uso por diferencia. 

Sin importar tu altura, es genial poder verse más alta de lo que una es, yo soy una persona alta y no me importa serlo aún más, así atraigo la mirada de la gente jejeje. Traer plataformas también ayuda mucho cuando tienes que caminar sobre los charcos o tienes que salir a un mandado pero aun te quieres ver bien, casual pero sexy, simple pero hermosa. Y lo juro, a mi no me duelen los pies después de estar cinco días seguidos usándolas. 

Supongo que las dos desventajas que encuentro en usar plataformas es que se te pueden enfriar los pies o se te pueden broncear si estas bajo el sol por mucho tiempo. 



Mientras más largo, mejor

Desde secundaria he amado con locura ponerme uñas acrílicas demasiado largas, me encantan y siento que es una forma de expresar mi personalidad. 

Sinceramente, me molesta un poco los comentarios que las personas pueden llegar a decirme cuando ven el tamaño de mis uñas, desde comentarios condescendientes hasta preguntas morbosas como "¿Y como te limpias?". Creo que ya estamos un poco grandes como para actuar como si unas simples uñas sean motivo de escandalo. 

En fin, yo considero que si una persona se va a poner uñas acrílicas, hay que hacer que valga la pena. Pedirlas mínimo del cinco y pegar tanta pedrería o brillos como sea posible, mientras más extravagante mejor, no hay que hacerlo aburrido. Lo admito, tal vez no soy las más grande fanática de las uñas francesas, de punta cuadrada y de un solo color.

Si veo que molestan a alguien por el tamaño de sus uñas, yo intervengo, no tiene nada de malo en querer lucir uñas hermosas y llamativas, no le hacen daño a nadie. 



El rosa ya no es mi enemigo

De niña recuerdo que me gustaba el rosa, después, al entrar al mundo del internet sin ninguna supervisión en absoluto, mi perspectiva cambio completamente. 

Me vi rodeada de un mundo misógino donde se satanizaban cosas tan simples como maquillarse, ser femenina, ser rubia o que te guste el rosa. Queriendo "no ser como las demás", empecé a rechazar todo lo que yo consideraba femenino y declaraba a los cuatro vientos que mi nuevo color favorito era el morado ya que el rosa es para niñas tontas y malas. 

Pensé de esa forma hasta cumplir mis dieciocho años, lo sé, me tarde demasiado. 

Todo mi mundo cambió cuando la pandemia comenzó y sucedieron muchos cambios al mismo tiempo, mudarme, cambiarme de escuela dos veces, depresión y perder mis dos amistades más importantes en todo el mundo. ¿Dónde podría encontrar consuelo? 

Me refugie en el internet y en la musica, empecé a explorar géneros y me di cuenta que la musca pop de los 2000´s me ayuda mucho a subirme el animo. Me empecé a interesar en la moda y decidí que un buen paso para empezar a construir un autoestima que nunca existió fue empezar a aceptar mi cuerpo tal y cómo es y que, eligiendo correctamente lo que fuera a usar, lograría sentirme cómoda conmigo misma. 

Saltando de estilo en estilo, note que el mcbling fue el que más llamó mi atención. Empecé a aspirar a vestirme con animal print, usar uñas largas, tener piercings, usar plataformas y pantalones de tiro bajo, pero especialmente, en vestir toda de rosa. 

Mágicamente, ese color tan satanizado ya no me era desagradable, si no, que sentía que me hacia ver más hermosa y estar rodeada de dicho color que provocaba felicidad y comodidad. 

Viendo que muchas personas experimentaron lo mismo recientemente, me hace sentir muy feliz porque chicas como yo que crecimos rodeadas de misoginia, crecimos y maduramos y nos dimos cuenta de lo ridículo que era hacer de menos a una persona por sus gustos y su apariencia y que el rosa no te hace mejor o peor persona que las demás.

Después de años de crecimiento personal y experimentación, me siento muy orgullosa al declarar que el rosa es mi color favorito y casi todo lo que poseo es de ese color. Ahora soy una persona mucho más femenina y segura de mi misma, pero sigo teniendo muy en claro que "no ser como las demás" no me hace mejor o peor que ellas. He aprendido a respetar los gustos de los demás y apreciarlos, a vivir y dejar vivir porque sinceramente ¿Quién tiene tanto tiempo para odiar? 



Pedrería: un pobre intento de tutorial

 Si ya tienes contigo el aplicador de piedras y las piedras correctas ¿Qué sigue? ¡Inspirarte! Primero, hay que encontrar una victima, puede...